Asar las castañas en la particular sartén agujerada, llamada en dialecto “ristorella” o “rastatora”, limpiarlas y ponerlas en un plato, cubiertas con una servilleta. Tostar unas tajaditas de pan y ponerlas en los platos. En una olla poner a hervir la agua, cuanta es necesaria por los comensales, dos cucharas de aceite de oliva, salar y llevar a ebullición. Dejar hervir por algunos minutos. Mientras que la agua hierve, rallar cinco o seis castañas eligidas entre las mas asadas. Verter las otras castañas en la agua que mientras tanto habrá alcanzado la ebullición y dejarlas hervier por dos o tres minutos. Verter la agua cocida sobre las tajaditas de pan tostado en los platos y verter sobre cada plato un poco de las castañas ralladas. Cubrir el plato con otro plato y dejar descansar la agua cocida por unos diez minutos. Una vez los mas acomodados añadían a este plato granos de pasa de uva o de uva moscatel.
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