Al fin del verano es facil buscar estos hongos muy apreciados en la gastronomía. De ellos se utilizan solo los sombreros. Limpiarlos delicadamente con una servilleta un poco úmeda. Pasarlos primero en el huevo batido con la sal, luego en el pan rallado y al final freirlos en mucho aceite de oliva hirviente. Servirlos calientes.
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