Vuelto ya un plato internacional, hay muchas variantes, que se diferencian de poco y que son siempre originarias del Amatriciano. En una sartén de hierro, mientras que la agua hierve, verter un poco de aceite de oliva, el almohada, los tomates, uno o dos dientes de ajo limpiados y aplastados, sal, pimienta y pimentillo. Todos los ingredientes son puestos a crudo. Cocer las pastas en agua hirviente y salada, escurrirla no muy cocida y verterla en la sartén que está sobre el fuego con la salsa. Seguir la cocción por unos minutos, siempre girando. Sacar del fuego, verter las pastas de la sartén y rociar con abundante queso de oveja rallado al momento. Servir muy caliente. Otra receta, muy semejante a esta, tiene como única variante la cebolla en lugar del ajo. Otra más pone ajo y cebolla. Todas las dos, pero, se hacen como la primera.
|